NO

No saber decir «no›› a lo secundario

Las empresas y los directivos necesitamos colaboradores mucho más atrevidos que sepan decir: «Esto no vale la pena, propongo que lo cambiemos por esto otro» . De ese modo se ayuda a visualizar el momento oportuno en el que hay que prescindir de algo o tomar las decisiones adecuadas para mejorarlo. La innovación empieza ahí, en cada pequeño cuestionamiento que permita mejorar y cambiar lo que no es eficaz.

Hasta hace bien poco, el temor al de arriba era la nota común que regía el comportamiento de jefes y empleados en las empresas, y no es fácil cambiar la inercia por muy abierta que pretenda ser la dirección moderna. Lo curioso es que son los propios jefes los que más padecen esta limitación, ya que son los primeros que tragan con todo y no saben decir <<NO>> a sus superiores a las urgencias externas. Si no se centran en lo importante, se desbarata el esfuerzo del equipo.

Del libro: El jefe que no contaba chistes y el empleado que nunca se reía.

SOBRE EL CAMBIO


-Voy a contarte algo que puede ayudarte -le dijo ,tan pronto como la rana hubo terminado el relato-. ¿Sabes?, las águilas tenemos una vida muy longeva, nada menos que setenta años. Sin embargo, cuando llegamos a los cuarenta, la muerte nos acecha por sorpresa. Es curioso, pero las uñas, antes fuertes y flexibles, se curvan y se vuelven débiles. No conseguimos agarrar a nuestras presas. El pico, puntiagudo y preciso, también se curva. Las alas se vuelven pesadas. Resulta difícil volar y no podemos cazar para alimentarnos.
La rana escuchaba estupefacta. Nunca había pensado en lo doloroso que puede resultar envejecer.

– Entonces, el águila tiene dos alternativas. Morir o enfrentarse a un doloroso proceso de renovación que durará 150 días. Si opta por lo segundo, buscará una hendidura en la roca para refugiarse. Y comenzará a golpear el pico contra la pared, repetidamente, hasta que consiga arrancarlo. Entonces tendrá que esperar semanas hasta que le crezca un pico nuevo, joven y fuerte, y con él se arrancará, una a una, las uñas. Cuando éstas crezcan, las usará para
arrancarse las plumas. Y, al cabo de cinco meses, cuando vuelvan a crecerle las plumas, el águila saldrá de la gruta e iniciará su vuelo de renovación. Le quedan por delante
treinta años de vida.

Del libro: La charca silenciosa

ÁGUILA CALVA: Características, Qué come, Dónde vive...

EMPRESA

Cuando hagamos un ataque global a la empresa con la que trabajamos, no olvidemos que cualquier empresa tiene más mérito de lo que creemos por el simple hecho de existir: Seamos conscientes de lo complejo que es Crear empresas excelentes, no nos limitemos a ver la paja en el ojo ajeno.


EL SABIO Y LA TAZA DE TÉ

Un hombre fue a visitar a un viejo sabio con el fin de que lo instruyera. El anciano lo recibió invitándolo a una taza de té. Mientras tanto, el recién llegado no paraba de hablar sobre sus muchos conocimientos y mostraba sus opiniones sobre cual quier cosa. El sabio cogió la tetera y empezó a verter té sobre la taza de su invitado, de tal modo que el humeante líquido se derramó. No obstante, el viejo siguió sinviendo té.
-¿Qué hace usted? -dijo el hombre-. ¿No se da cuenta de que la taza rebosa y está cayendo el té al suelo?
El anciano sonrío pícaramente y dijo: Ilustro esta situación. Tú, al igual que la taza, estás ya lleno de tus propias opiniones, prejuicios y creencias. ¿De qué serviría que yo intentara enseñarte algo si antes no te vacías?

El sabio y la taza de té | Melquiruano's Blog

ENTRENAR

La investigación acerca de la naturaleza del talento tiende a concluir que a la genialidad no se llega por los genes, sino practicando. Es cierto que determinados aspectos físicos pueden resultar esenciales para destacar, por ejemplo, en el deporte. Pero entre un chico que mida dos metros y otro de altura inferior, jugará mejor al baloncesto el que entrene. Sobre todo el que entrene más.

Entrenar más de 5 días a la semana propicia lesiones

ATENTOS

Usted y su empresa libran una batalla diaria con el futuro; pestañee y, de repente, su competidor quizá dé un paso de gigante hacia adelante, usted se quedará preguntándose qué ha pasado.
Pestañee y su competidor puede haberse apoderado del mercado, y será demasiado tarde para que pueda hacer algo. El futuro puede saltarnos encima desde cualquier dirección. ¿Cree que Nokia o
Blackberry pensaron en algún momento que su negocio sería diezmado por una empresa informática de California que llevaba el nombre de una fruta y que nunca antes había entrado en el mercado del teléfono? 1

EL TRABAJO DE OTROS

Un día de finales del otoño de 1977, Atari tenía la clase de problema que la mayoría envidiaría: demasiado negocio. Como no teníamos suficientes empleados del turno de noche para tramitar el aluvión de pedidos para Navidad, decidimos que, durante dos semanas, todos los empleados tendrían que trabajar más allá
de su cometido normal. El plan era que todOs vinieran a última hora de la tarde, hicieran lo que tuvieran que hacer durante una hora y luego se encargaran del turno de noche en la cadena de
producción. Aquellas dos semanas no sólo resultaron ser muy divertidas, sino que, además, mejoraron el producto. Al estar en la línea de producción por vez primera, los ingenieros vieron cómo se montaban realmente sus ideas. Por ejemplo, no era eficiente tener un tornillo que necesitara más de tres vueltas para apretarlo y, sin embargo, descubrieron que algunos de sus tornillos exigían diez o más vueltas. Lo arreglaron, además de hacer otros cincuenta cambios. Por su parte, la gente de ventas aprendió muchas maneras nuevas de vender el producto, basándose en lo que aprendieron en la cadena, y las ventas subieron. Los contables fueron igual de perspicaces y descubrieron nuevas maneras de ahorrar dinero.
Asimismo, todos aprendieron a valorar el proceso de fabricación, porque los ejecutivos sólo fueron capaces de producir alrededor del 70 por ciento de lo que producían los trabajadores de la línea en un tumo. Algunos de los ejecutivos pensaban que esos trabajadoresfholgazaneaban, pero no tardaron en descubrir que
habían desarrollado una economía de movimientos que a los ejecutivos no se les ocurría cómo reproducir. Todos ganaron respeto hacia todos los demás y la creatividad se disparó.