Una de las leyes de Murphy reza que hace falta menos tiempo para hacer algo bien que para explicar por qué se ha hecho mal.

Una de las leyes de Murphy reza que hace falta menos tiempo para hacer algo bien que para explicar por qué se ha hecho mal.

Pensar que hay soluciones es optimismo; buscar soluciones es metodología.
Del libro @Superprofesional

Siento no haber escrito antes pero todo mi material quedó destruido tras el incendio de mi dormitorio en la residencia de estudiantes. Acabo de salir del hospital y el doctor dice que pronto me restableceré del todo a pesar de mis quemaduras de primer grado. Me he instalado en casa del chico que me rescató mientras reconstruyen parte de la residencia quemada. Por cierto, como siempre habéis querido tener un nieto sé que os alegrará mucho saber que estoy embarazada. Os quiero. Lucia.
P.D. No ha habido ningún incendio y estoy bien. Tampoco estoy embarazada y ni siquiera tengo novio, pero he suspendido francés, matemáticas y química, y quería asegurarme que lo vierais con la perspectiva justa…
Del libro @Superprofesional

Si se pusieran todos los coches del mundo en una sala y se eligieran los mejores las mejores partes de los mejores vehículos, es decir, se cogiera el mejor motor de todos, el mejor volante, el mejor tubo de escape, etcétera, al final, se tendrían todas las partes necesarias para montar un coche, pero procedentes de muchos modelos y marcas distintos. La cuestión es si se unieran dichas partes, ¿Se conseguiría el mejor coche? O mejor dicho, ¿Se conseguiría un coche que funcionara? Probablemente, no. El resultado no procede de lo bien que trabajan las partes de forma aislada, sino que el éxito se logra por la capacidad de trabajar juntas. Así se consigue el mejor coche.
Russel Ackoff

Recuerdo que una vez propuse a Amancio Ortega Ç(fundador y presidente de Zara- Inditex) contratar a unos consultores para ayudarnos a resolver un problema que se nos había presentado y en cuya resolución yo quería estar respaldado.
Le expuse el problema y, a continuación, mi propuesta de contratar a los consultores. Muy a la gallega, Ortega me respondió utilizando preguntas: “Mira, Jesús. Y esos que quieres traer… ¿conocen mejor la empresa que tú, que ya llevas trabajando un año con nosotros?
Comoquiera que conocer la empresa (“sentir Zara” ) es uno de los mayores valores culturales en Zara, mi respuesta fue negativa. Ortega pretendía fundamentalmente averiguar si yo conocía todas las razones por las que el problema se había ocasionado y, por consiguiente, valorado todas las probables soluciones. ”Escucha, Jesús, otra cosiña, … ¿esos se van a preocupar más que tú por resolver el problema?” La intensidad de la preocupación y la consiguiente intensidad en la ocupación es otro de los valores culturales de la empresa gallega. “Por supuesto que no, Ortega”, conteste.
No es muy difícil adivinar qué, estas alturas, yo ya sabía la opinión de mi presidente sobre la contratación de profesionales externos, pero Amancio Ortega no quería que me quedase con dudas. “Entonces, supongo que lo que pasa es que esos que quieres contratar son más listos que tú. Y sí lo son …¿No debería contratar al más listo de ellos y ponerlo en tu puesto?”
De esta manera, Ortega me estaba adoctrinando en el sentido de que para resolver el más intrincado de los problemas no se necesitaba ninguna ayuda externa, sino únicamente una mezcla de determinación, talento interno y sentido común. Exactamente en la mezcla que ha llevado al éxito de la que en la actualidad es la empresa número uno de la industria textil en el mundo.
Me comprometí a resolver el problema en cuestión sin ayuda externa ( suceso que, por fortuna para la empresa y para mí mismo, ocurrió) y Ortega se despidió diciendo: “Escucha. Si esos que dices son tan buenos resolviendo los temas de empresa, habrían fundado las suyas y habrían tenido éxito con ellas; curiosamente, son ellos los que miran a mi empresa como modelo de gestión. Pero recuerda …yo no les miro a ellos.”
Del libro: La empresa sensual de Jesús Vega De La Falla

La innovación puede ser una idea sencilla pero brillante.


El psicólogo estadounidense Lewis Terman concluyó en un estudio clásico de 1921 en la Universidad de Stanford que el éxito en la vida tenia que ver mas con definir objetivos y perseverar en su consecución que con la propia inteligencia de las personas. En síntesis, que se puede llegar muy lejos sin necesidad de ser muy listo.
Paco de Lucia ofrecía la clave para que cualquiera pudiera ser el mejor guitarrista del mundo: estar dispuesto a pasarse treinta años practicando diez horas diarias los siete días de la semana. ¿Cuántas personas van a seguir su consejo? Dirás que tu no quieres ser un genio de la música y que por tanto no será necesario una dedicación tan entregada. De hecho, algunos grandes profesionales no habrían tomado la misma decisión si hubieran tenido una segunda oportunidad.
