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¿Qué pasa cuando en una carrera de bicicletas todos van a un ritmo pausado? Sencillamente que nadie hace grandes esfuerzos y no se notan diferencias, de esta forma todos se encuentran en una zona cómoda y a los mediocres les resulta muy fácil pasar desapercibidos.
¿Qué pasa cuando uno acelera y trata de escaparse? Efectivamente, los dos o tres más fuertes salen disparados detrás; los segundones no quieren quedarse descolgados y aumentan el ritmo y, al estirarse el pelotón, los que no pedalean lo suficientemente se quedan descolgados y se ponen en evidencia, con lo cual alguno de ellos reaccionará y se pondrá al ritmo del resto, y lamentablemente alguno que otro tendrá que ir a otro equipo.
Del libro: Éxito

Cualquiera que dedique un montón de horas a trabajar es porque quiere mejorar sus resultados, es comprensible que así sea, y además, probablemente realiza todo ese esfuerzo por-que quiere mejorar su calidad de vida y la de su familia. Todo esto es muy loable pero ¿cuántas horas dedicará esta persona diariamente a pensar cómo puede mejorar sus resultados? ¿Sabe algo?, si alguien sólo trabaja duramente, lo único que conseguirá será cansarse. La vida no le pagará por trabajar, todo lo que ha ganado a lo largo de su carrera no ha sido por trabajar, sino por los resultados de su trabajo y más aún, por los resultados positivos menos los fallos ¿Sabía que en España dos tercios de la mano de obra se dedica a arreglar los fallos del otro tercio?
Del libro: ¡Éxito!
Si tienes un huerto y quieres recoger patatas, primero tienes que arar la tierra, luego sembrar, regar de vez en cuando y finalmente recoger la cosecha. Es lógico, nadie puede pretender obtener patatas solo mirando un campo y deseando con todas sus fuerzas que en él crezcan patatas. Hacerlo sería ridículo, ¿ verdad? No lo conseguirías aunque fueras la persona más optimista y positiva del mundo. Entonces, ¿ porque hay personas que le piden mucho a una relación sin poner nada de su parte?, ¿ o que se quejan de su trabajo sin esforzarse?, ¿ o de una situación sin intentar cambiarla? Por el contrario, puedes estar seguro de que, si activas una causa, se producirá un efecto. El que siembra recoge, emocional, física, mental y espiritualmente.

Víctor Küppers
Pertenecer a un equipo no puede ser vivido como un hecho poco relevante. Sino por el contrario ha de ser considerado un acontecimiento que determina mi manera de estar y de ser. No es lo mismo jugar en el Fútbol Club Barcelona que en el Real Madrid, no es lo mismo trabajar en una empresa que en otra, no es lo mismo tener un jefe que otro, no da igual los compañeros que tengo y sobre todo no da igual el modo en el que yo y los míos hacemos las cosas.
Del libro: el camino de la transformación
Con un pequeño salto de la imaginación es posible pensar en una empresa como en un ser vivo, al fin y al cabo, nacen, viven y mueren como nosotros Nos podemos imaginar que los que trabajamos en las empresas somos como células de ese organismo. Igual que los seres vivos, las empresas nacen a partir de un pequeño grupo de células que tienen mucha energía, creatividad y entusiasmo. A medida que la empresa crece, aumenta también el número de células con distintas funciones especializadas.
un organismo donde la mayor parte de las células funcionan con energía, crece sano. Cuando la energía de las células decae, el organismo muere. Si las células son capaces de adaptarse a las nuevas circunstancias del entorno, evolucionan y con ellas el organismo progresa y permanece. Si no, sigue el camino de los dinosaurios. Todas las empresas que han pasado a mejor vida lo han hecho porque sus componentes no supieron reinventarla tiempo .

Víctor küppers
Se acabó la estabilidad. La única estabilidad esta es la continua reinvención de uno mismo. Y esta es una responsabilidad que no le podemos pasar a ningún Gobierno o de cualquier tipo. Es una responsabilidad que reposa firmemente sobre los hombros de cada uno de nosotros. Estamos obligados a crecer de manera continua, y esto es una buena noticia, porque, en mi opinión, cuando dejas de crecer, no importa a qué edad, entras en un proceso terminal.
Nuestro recurso más importante son las personas. Nunca ha sido más cierto que hoy, y particularmente en Occidente, donde los costes laborales hacen imposible competir en precio. Para poder seguir disfrutando de los salarios más altos del mundo estamos obligados a generar más valor añadido que nadie y esto solo se logra mediante la innovación y la mejora constante, en definitiva la reinvención continua
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A menudo recuerdo la historia, absolutamente verídica, del director general de una cadena de supermercados que propuso a sus gerentes hacer una serie de promociones durante los meses de verano. Más o menos la mitad de estos gerentes pensó que hacer promociones en esta época del año era algo inútil, porque entonces la demanda es más baja; la otra mitad de los gestores la consideró una idea posiblemente acertada, porque los competidores no hacían promociones durante esos meses. ¿ quiénes crees que tenían razón? La verdad es que todos acertaron. Los que creyeron en el proyecto tuvieron éxito; los que no, fracasaron. ¿Es cuestión de magia? en absoluto.
la explicación es simple: los creyentes, los gerentes que consideraban que las promociones podían tener éxito pusieron los carteles en los sitios más visibles, reunieron a su personal y les explicaron detalladamente las promociones, animaron a las cajeras…
Los gerentes escépticos no hicieron nada de eso, se limitaron a cumplir. Moraleja: Si crees que puedes, tienes razón; Si crees que no, también la tienes

Del libro: Sensación de fluidez
Bill Gates fue invitado por una escuela secundaria para una #conferencia. Llegó en helicóptero y tomó el papel del bolsillo donde había escrito once párrafos. Leyó todo en menos de 5 minutos, fue aplaudido durante más de 10 minutos sin parar, dio las gracias y se retiró a su helicóptero.
Lo que estaba escrito es muy interesante:
Constatar, aceptar y somatizar que el cambio es permanente y que es necesario, en lugar de resistirse a él, es dar un paso enorme para aprovechar todas las opciones que pueda ofrecernos, tanto en beneficio de nuestra organización y de las personas que la componen, cómo lo que a nosotros mismos puede afectar, pues si todo cambia, nosotros también lo hacemos, nos guste o no, sea voluntario o no.
Ninguno de nosotros es igual a quienes éramos hace una década y mucho menos a quienes éramos hace un cuarto de siglo, afortunadamente. Para ello, la clave quizás sea enfrentarse a la pregunta: si no soy igual a como era antes, ¿ evolucionado a mejor o a peor? Hay que mirarse al espejo y cuestionarse: dado que tengo la certeza de que ya no soy la misma persona que inició su andadura laboral hace años, ¿ cuál sería la calificación que obtendría por mi evolución profesional desde entonces? y aunque suene algo melodramático: ¿ en qué o quién me he convertido?
Lo nuevo es fruto siempre del cambio. Y sin renovación, nada perdura, todo se vuelve obsoleto y finalmente inservible.

Del libro: Ser mejor directivo: esa es la cuestión