MIEDO 2

En 2003, nadie quiso escuchar cuando el trasbordador espacial Columbia se desintegró al reingresar a la atmósfera. El ingeniero Rodney Rocha había alertado de sus preocupaciones sobre el escudo térmico a su jefe, que hizo oídos sordos. Pasar por encima de su jefe era un anatema para la cultura de la NASA, así que Rocha prefirió quedarse callado y, sabiendo del riesgo que corría la tripulación, solo pudo observar, impotente, cómo siete astronautas morían cuando el escudo térmico falló, como él había predicho.

Del libro: Liderazgo imperfecto