En el mundo de las certezas, los seres humanos somos como ratones en una caja. Vemos sus cuatro paredes y pensamos ciertamente que no hay nada más allá, que ese es el mundo. Esta es una afirmación científica, es lo que vemos y tocamos, no hay nada más allá de esas cuatro paredes, la caja para los ratones es el mundo entero. Pero ¿qué ocurriría si un día uno de los ratones advirtiera una rendija y descubriera que su mundo tiene una tapa y que tras ella hay una habitación? Ohhhhhh el mundo verdadero es la habitación, no la caja, esta es la nueva verdad verdadera. Sin embargo, la habitación tiene una puerta y tras la puerta hay un pasillo que da acceso a otras estancias de una casa situada entre el cielo y la tierra que las contiene y, que a su vez, se encuentran dentro de un universo que… ¡es el verdadero mundo! O, ¿es otra
caja? Qué ,dice la ciencia la esto, qué dice tu intuición. ¿Es el universo la última caja?
Contaminamos ideas naturales y tremendamente válidas porque buscamos que todo sea racional y que todo tenga respuestas lógicas dentro de la caja que habitamos? ¿Por qué? Nuestra caja es nuestra certeza, representa lo conocido y no dejamos que nuestro instinto y espontaneidad exploren nuevos universos creativos. Queremos cuadrar el Excel con certezas, una idea es imposible contenerla en un Excel porque su perímetro es desconocido. Miedo.
si hubiera habido que cuadrar científicamente todas las ideas previo paso a llevarlas a cabo, nada hubiera ocurrido desde el principio de los tiempos. Siempre hay un ingeniero para romper tu sueño.
Del libro: Think Punk
