Lucía, una jefa novel que llevaba unos pocos meses en su cargo como responsable de un equipo, me dijo una frase que revela una gran verdad: «Me he dado cuenta de que es mucho más difícil mandar que ser mandada». Puede que suene políticamente incorrecto, pero se trata de un descubrimiento que cualquier jefe
hará tarde o temprano.
Del libro: ¿Por qué hoy los jefes dirigimos a voluntarios?
