Imagínate que mañana por la mañana tenemos que trasladarnos a Múnich. Contamos para ello con un candidato a piloto simpatiquísimo, atento, encantador, que no ha pilotado un avión en su vida. y otro que es un borde, con su carnet de piloto en regla y cientos, si no miles, de horas de vuelo. ¿ Por cuál de ellos optarías?
Por eso la aptitud viene antes que la actitud
Del libro: Cómo descubrir y aprovechar el talento en tu organización

