LA MUERTE DE UN A ORGANIZACIÓN

Ninguna vida es eterna. Lo mismo ocurre en las organizaciones: unas son más longevas que otras, pero todas tienen un ciclo vital. Hay muertes muy tempranas, otras más tardías, algunas duran décadas, pero ninguna organización es inmortal. No solo somos mortalis (podemos morir) sino también morituri (tenemos que morir). La muerte es cierta, solo el momento no es seguro. Lo único que nos falta es poner la fecha en el calendario.

Del libro: Patologías de las organizaciones.