En Atari, casi todas las personas que hemos contratado procedían de otro lugar que funcionaba con más procedimientos que nosotros. Así que, cuando un nuevo empleado quería insertar más sistemas en nuestra organización, yo siempre preguntaba:
«¿Por qué razón esto aceleraría nuestro ciclo?››.
Esta pregunta solía confundirlos. Casi siempre podían responder cuando se les
preguntaba cómo podría ahorrar dinero. Raramente podían responder a cómo haría que las cosas fueran más rápido. Hoy, los mercados exigen rapidez. La velocidad está por en cima de todo. No importa si estamos en marketing, fabricación, el sector de los servicios o cualquier otro negocio. Dado el ritmo extraordinariamente rápido de la innovación y el cambio si no estamos centrados en la rapidez, estamos muertos. La creatividad sin velocidad es inútil. Las viejas reglas y los sistemas de explotación estándares no conducen a la innovación,
Del libro: Encontrar al nuevo Steve Jobs
