Si había algo que diferenciaba a Steve Jobs de la masa de empleados era su apasionado entusiasmo. Steve sólo que tenía una velocidad: a toda máquina.
Esa fue la razón principal de que lo contratáramos.
Cuando contratas buscando intensidad, éstas introduciendo en tu empresa a alguien en torno al cual puedes construir todo un departamento. Por ejemplo, en una ocasión contraté a una mujer que se presentó en nuestras oficinas prácticamente sin ninguna experiencia empresarial. Pero su apasionada naturaleza era tan evidente que, aunque sólo tenía diecinueve años, la contratamos para que nos ayudará en las ferias del sector. Por poco tiempo que tuviera antes de que empezara el acontecimiento, siempre se las arreglaba para que todas las alfombras estuvieran limpias, todas las cajas desembaladas y todos los exhibidores montados. Para cuando cumplido los 20 años ya dirigía todo un departamento. Hoy tiene su propia empresa.
Una de las razones que había detrás del éxito de Atari fue que siempre buscábamos y contratamos para personas así. Se puede formar a un empleado en las costumbres de la empresa, pero no se le puede formar para que se ha apasionado. A la larga, las personas con entusiasmo son quienes más aportan a la empresa.
Del libro: Encontrar al nuevo Steve Jobs

