El compromiso aparece cuando la diversión se acaba.Competir y estar comprometido cuando se va ganando, jugar en equipo, es relativamente fácil, pero cuando las cosas se tuercen, los que no están comprometidos buscan los culpables fuera, aflojan la marcha, dejan de creer en los objetivos comunes y se refugian en los individuales y no dan el ciento por ciento de su capacidad. Solo los que están comprometidos enfocan en el equipo cuando las cosas van mal. Como en las relaciones de amistad y de pareja, el compromiso se demuestra cuando las cosas no funcionan bien.
En el verdadero trabajo en equipo siempre se genera una especie de orgullo por pertenecer a él, no por el rol que uno tiene en él, sino por ser parte de ese equipo en particular. Este sentimiento de pertenencia da una fuerza inseparable.

Del libro:Jugar con el corazón
