En las empresas hay que huir de tres perfiles:
- Los perfectos: son gente con la empatía en los espejos.
- Los tóxicos: aquellos que contagian desazón por cualquier propuesta.
- Y los que tienen tiempo: nadie sabe cómo alcanzaron este estadio, pero nunca encontraron el momento de rehabilitarse a sí mismos.
Del libro: Crecer haciendo crecer

